By ILAN STAVANS and TERESA VILLEGAS
SACA LA PATA/THE REVERSAL
Un pájaro puso a su dueño en una jaula. “Nuestros papeles se han invertido”, dijo el pájaro. “¡Quiero que cantes!” El dueño se quejó: “Pero yo no sé cantar”. “No importa”, gritó el pájaro. El dueño silbó pero claramente no tenía ningún ritmo. “Prefiero que bailes ante mí”. El dueño bailó sin ninguna gracia. El pájaro se sintió desilusionado. “De cualquier manera te mantendré en la jaula”. Sin embargo, una hora más tarde el pájaro estaba del todo aburrido. “No me había dado cuenta que tener una mascota es como estar en la cárcel. En la medida que controlamos a los demás ellos también nos controlan a nosotros”.